El ex agente del Cisen, Rodolfo Raúl González Vázquez, develó las entrañas de una red de espionaje ilegal en la que participó y por la que denunció principalmente al ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.
En la lista de espiados, aparece como “objetivo 01” el presidente Enrique Peña Nieto, y como “02” el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; de este último entregó una muestra del tipo de llamadas en las que se escuchaba al funcionario.
El propio Peña Nieto dijo en junio pasado, al hablar de otro caso, el de #GobiernoEspía, que hasta él se ha sentido blanco de estas prácticas pero deslindó a toda su administración de realizar las mismas, aunque ordenó una investigación a la PGR.
A esa misma dependencia llega ahora, por vía de González Vázquez, esta otra denuncia pública que se destapó el pasado lunes en el Senado, en una conferencia de prensa donde participó dicho ex agente, el senador Miguel Barbosa, el ex secretario de Gobierno de Puebla, Fernando Manzanilla, y Anwar Salomón Briseño; este último acompañó a Rodolfo en una amplia entrevista este jueves con la periodista Carmen Aristegui.
Según la información de los denunciantes -fundamentalmente 420 llamadas producto de espionaje-, la red patrocinada por Moreno Valle dio seguimiento al presidente Enrique Peña Nieto, a quien se le interceptaron sus conversaciones por 22 meses, entre el 12 de enero de 2014 y el 16 de noviembre de 2015.
También fue objeto de espionaje el ex secretario de Hacienda y coordinador de la campaña de Peña, hoy vuelto canciller, Luis Videgaray Caso, de quien dicen tener 2 horas 54 minutos de grabaciones; lo mismo en el caso de Osorio Chong, secretario de Gobernación, con 2 horas 15 minutos; José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Hacienda y Crédito Público, con 3 horas 14 minutos; y Rosario Robles Berlanga, titular de Sedatu, con 8 horas 51 minutos. De Chong y Robles este medio publicó los respectivos audios, que aunque no abordan algún asunto relevante, confirman que este espionaje ocurrió
Pero la intercepción de llamadas también se dirigió contra propios colaboradores de Moreno Valle como el ahora gobernador Antonio Gali Fayad y su hijo Antonio Gali López; el fiscal Víctor Carrancá Bourget; el ex vocero del gobierno de Puebla, Javier Lozano Alarcón; el secretario General Gobierno, Diódoro Carrasco Altamirano.
La red también espió a Margarita Zavala y Ricardo Anaya Cortés -quienes al igual que Moreno Valle buscan la candidatura a la Presidencia por el PAN.
González Vázquez decidió denunciar estos actos ilícitos debido a que el grupo pasó de ser de simples escuchas a ejecutor de órdenes de operaciones criminales, pues puso como sus objetivos ciudadanos para “eliminarlos”.
Todo comenzó con la llegada de Rafael Moreno Valle al gobierno de Puebla en el año 2011.
Manzanilla salió en 2013 del gobierno estatal y hoy simpatiza más bien con Morena, ya no con el PAN.
El CAP quedó a cargo de Joaquín Arenal Romero, quien reestructuró dicho órgano y contrató personal capacitado en labores de inteligencia, investigación, infiltración, cooptación, vigilancia, seguimiento y fotografía clandestina.
Pero no se quedó ahí el asunto, de acuerdo con los denunciantes. El propio Arenal Romero organizó una oficina alterna para trabajos de inteligencia, quienes le reportaban directamente a Eukid Castañón Herrera, actual diputado federal por el PAN.
Otro nombre clave es Rodolfo Rodríguez Acosta, para quien trabajó directamente González Vázquez:
Entregó conversaciones en las que se demuestra la intensidad con la que buscan dar con el paradero de Annuar Salomón, a quien identifican como “taco”:
Esa red de espionaje clandestino era la que tenía como objetivo “01” a Peña Nieto y operaba en lo que llamaban “nidos” que incluso llegaron a instalar frente a las oficinas del PRI, ubicadas sobre Insurgentes Norte en la Ciudad de México. Otros operaban desde Puebla. Todo coordinado por Arenal y Eukid, operadores directos de Moreno Valle.
Joaquín Arenal Romero murió a inicios de junio pasado; González Vázquez dijo que la versión que circuló es que había fallecido presuntamente por neumonía.
El ex agente apuntó que el paquete que él tiene en su poder son 420 llamadas, que le entregó Roberto Rodríguez, quien le presumió su grupo de espiados. Pero había más.
“Las 420 van a ser entregadas a la PGR… originales”, adelantó.
No creyó que fuera “prudente” dar a conocer el contenido de las conversaciones más relevantes.
“Querían pruebas, estoy aportando pruebas, no es yo creo , yo pienso… ¡son pruebas!”, indicó.
Previamente, reveló que ya existe una orden de “levantón” contra él por haber filtrado esta información, pero ya cuenta con seguridad.
“Sé que van a atacarme, me van a buscar una y mil cosas”, le confesó a Aristegui, pero su denuncia está ahí, en la cancha de la PGR, a la que le toca investigar por completo este asunto.
Pruebas del espionaje: