![](https://cursorinformativo.com/wp-content/uploads/2024/05/05-13a-scaled.jpg)
![](https://cursorinformativo.com/wp-content/uploads/2024/06/06-02-7-scaled.jpg)
De ellos, el 80% optó por votar por otros candidatos o partidos diferentes a los que coaccionaron el sufragio
Puebla, Pue.- Alberto Serdán Rosales, coordinador general de la organización no gubernamental, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, reveló que un estudio elaborado por esta agrupación arrojó que en el pasado proceso electoral federal, más de 9 millones de mexicanos aceptaron la compra de su voto, sin embargo, de este universo, el 80 por ciento optó por votar por otros candidatos o partidos diferentes a los que coaccionaron el sufragio.
El estudio denominado, Democracia sin pobreza 2018, es la investigación realizada por la Asociación Ciudadana Frente a la Pobreza y respaldada por la Universidad Iberoamericana Puebla a través de su Departamento de Ciencias Sociales.
Al desmenuzar el estudio, Alberto Serdán reveló que el 33 por ciento de los electores recibieron de una u otra forma ofertas para comprar su voto el pasado 1 de julio, esto representa alrededor de 29 millones de votantes.
Sin embargo, más de 15 millones rechazaron la propuesta de candidatos y partidos, pero 9 millones, finalmente accedieron a vender su voto entre 150 y 10 mil pesos, no obstante que a la hora de emitir el sufragio, el 80 por ciento de estos votantes, optó por quien quiso, menos por quienes los coaccionaron.
La compra de voto iba desde el pago en efectivo de 150 a 10 mil pesos, aunque el promedio nacional de la compra de votos se ubicó en los 500 pesos, detallo el activista.
Abundó que además del pago en efectivo, los partidos políticos y candidatos recurrieron a la entrega de tarjetas de regalo, entrega de despensas, material de construcción, tinacos, pintura, enseres domésticos y utilitarios los cuales se entregaban en las llamadas “ casas amigas”, donde a cambio de estos “regalos”, el elector entregaba su credencial o número de credencial.