Una empresa japonesa preocupada por las efigies sexuales de sus diversos clientes, sacó al mercado “muñecos sexuales” para pedófilos con el único propósito de satisfacerlos bajo el lema: “no hay manera de cambiar los fetiches de alguien”.
Takagi director del consorcio justificó que la venta de los productos beneficiara a que la gente pueda expresar sus verdaderos deseos de manera legal y ética, sin afectar a tercera personas. “No vale la pena vivir con un deseo reprimido”, resaltó.
A pesar de que provoco controversia y las miradas de las autoridades, hasta el momento tras ser sometido a investigación no se le ha relacionado con participación activa con la pedofilia, luego de que un reciente estudio demostró que las terapias “cognitivo-conductuales” no cambian la orientación sexual del pedófilo.
Hasta el momento, Takagi continua con su gran venta de muñecos, y recibiendo a diario cartas de agradecimiento: “Gracias a sus muñecas, puedo evitar un delito'”.