La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos (CEDH), Rosa Icela Sánchez Soya pidió que la dejen trabajar y demostrar que no tiene ningún vínculo con el gobernador electo, Alejandro Armenta Mier, pues tiene trayectoria desde hace varios años.
En entrevista, luego de rendir protesta del cargo ante el Congreso del Estado, pidió un voto de confianza y negó categóricamente tener vínculos con Morena u otro partido político, pues se debe a todas y todos los poblanos, no a un grupo.
“Ya hay que dejar ese tema atrás para que me permitan trabajar y me conozcan como soy. Claro, pido ese voto de confianza y bajo esa línea voy a hacer mi trabajo. Yo no tengo afinidad con nadie, entiendan algo, mi labor es apartidista y estoy abierta a todos los temas”.
Comentó que sí habrá depuración en el organismo, debido a que llega con un equipo que ha laborado con ella desde hace tiempo.
“Traigo un equipo, no llego sola, nunca voy a un lado sola, traigo un equipo atrás y hay que darles posición, ellos también me hicieron llegar aquí vamos a colocar nueva gente”.
Descartó sanciones contra su antecesor Félix Cerezo Vélez, pues no es su facultad, y serán otras instancias que definan anomalías o irregularidades, si es que las hay, durante su periodo.
También, manifestó que no se bajará el salario, pero sí ayudará con asociaciones civiles.
Agregó que llega a cumplir con lo establecido en la ley, no a defender a ningún gobierno, y no habrá intocables en su periodo.