El inicio de un nuevo año trae consigo la oportunidad de empezar un camino diferente que nos permita alcanzar los propósitos y metas planteadas en distintos ámbitos como es el personal, de salud, económico, profesional, entre otros. Sin embargo, es ineludible saber que este nuevo rumbo también conlleva una serie de retos por afrontar, entre los que destaca el financiero con lo que comúnmente se conocen como la “Cuesta de Enero”.
Este término refleja la presión económica que muchas personas experimentan después de los gastos excesivos durante las festividades de fin de año. Afrontar esta “cuesta” puede resultar complicado, pero con planificación y estrategias financieras sólidas, es posible sobrellevarla de manera exitosa.
Para ello es importante empezar visualizando las perspectivas económicas que los especialistas han realizado del nuevo año. Según diversos expertos económicos y analistas, el panorama del mercado financiero en México ha experimentado una mejora en las proyecciones de crecimiento para la economía del país en este 2024 e incluso se estima una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) del 2.18%.
Aunado a ello, las variaciones económicas muestran estabilidad, proyectando una cifra de inflación del 4%, aunque también reflejan una sensibilidad a las condiciones externas y a las expectativas del mercado.
Si bien el panorama económico nacional es esperanzador, es necesario que se emprendan algunas estrategias personales para afrontar las complicaciones económicas familiares.
Por ello, la clave para evitar sorpresas desagradables es la planificación financiera. Es necesario comenzar a elaborar un presupuesto detallado que incluya gastos, ahorros, pero también inversiones.
Un gasto responsable y planeado nos ayuda a no derrochar todo lo que tenemos, por más ofertas y descuentos que nos bombardeen, para no caer en la tentación de despilfarrar todo lo que tenemos y gastar más de lo debido.
Otra regla de oro, es no abusar de la tarjeta de crédito, debemos tener en mente que el dinero de éstas tarde o temprano lo tendremos que pagar, así que, si no contamos con lo suficiente y comprar a crédito compromete nuestros ingresos futuros, es mejor no hacerlo.
Otro consejo muy útil es considerar la posibilidad de crear un fondo de emergencia. Este fondo actuará como un colchón financiero en momentos difíciles y puede ayudarnos a cubrir gastos imprevistos sin recurrir a préstamos o tarjetas de crédito.
Todavía mejor que tener es este fondo es empezar con el hábito del ahorro, lo cual se puede lograr si se planifican de manera responsable nuestros ingresos para apostar a no sólo gastar, sino también invertir.
Tengamos presente que esta práctica de educación financiera es una de las mejores herencias que podemos dar a los más pequeños, ya que tanto la cultura del ahorro, así como la de la inversión, abren una ventana de oportunidad para México y sobre todo son clave en el bienestar económico de la población.
Contrario a la recomendación anterior, si ya te encuentras endeudado, es el momento de revisar tus deudas y buscar maneras de renegociar los términos. Algunas instituciones financieras ofrecen programas de reestructuración que podrían reducir las tasas de interés o brindar plazos de pago más flexibles.
También es importante considerar que, si en este mes ya se enfrentan dificultades para cubrir todos los compromisos financieros, se debe priorizar los pagos más importantes, como hipotecas o rentas, servicios públicos y deudas urgentes. Comunica cualquier problema financiero a tus acreedores para explorar soluciones antes de caer en morosidad.
Muy importante es poder identificar y eliminar gastos superfluos de tu presupuesto. Pequeños sacrificios, como reducir salidas a restaurantes o entretenimiento, pueden marcar la diferencia en tu situación financiera a corto plazo.
Asimismo, explora oportunidades para generar ingresos adicionales, como trabajo freelance, venta de artículos o servicios particulares. Estos ingresos extra pueden ayudarte a aliviar la presión financiera durante este inicio de año.
Más allá de meros consejos, lo importante para enfrentar la “Cuesta de Enero” es alcanzar una combinación de planificación, disciplina financiera y toma de decisiones inteligentes.
No olvidemos que tener tranquilidad financiera, se verá reflejado en nuestra calidad de vida e incluso en una mejor salud física y mental para nosotros y para toda la familia.