Ir a la Ciudad de México o regresar de ella se ha convertido en un suplicio ya que cada día son más las personas que reportan un asalto o intento de éste en la autopista México-Puebla.
Precisamente, en los últimos días se hizo viral el video de seguridad de una camioneta en la que viajaban unos jóvenes y en el cual quedó retratado el intento de asalto que sufrieron en esta vialidad la noche del 10 de octubre, mientras circulaban a la altura del municipio de Chalco, perteneciente al Estado de México.
Incluso, a la raíz de la publicación de este video más personas se han sumado a relatar las peripecias que han sufrido al pasar por esta zona, uno de ellos el exfutbolista Alberto García Aspe Mena, quien ha relatado que hace dos meses pasó por un hecho similar, afortunadamente sin consecuencias negativas para él o su familia.
El modus operandi es el mismo en la mayoría de los casos, ya que se sabe que los delincuentes acostumbran colocar objetos como piedras de gran tamaño o poncha-llantas para dañar los neumáticos de los vehículos y hacer que estos se detengan a “revisarlas” en la zona. Mientras esto sucede, de la nada aparece uno o varios sujetos quienes amagan con armas de fuego al conductor y sus acompañantes, mientras los despojan de sus pertenencias de valor.
Estos sucesos no sólo son reportados por automovilistas particulares, sino que se han convertido en el pan de cada día de los transportistas de carga y empresariales, quienes deben hacer frente a las estrategias de los malechores en esta misma zona, para evitar ser asaltados.
De acuerdo con la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) el robo a transporte en carreteras se disparó desde el 2021, pero se concentra principalmente en 10 entidades en las que se reporta una mayor incidencia delictiva tanto del fuero común como del fuero federal, ya que es donde se acumulan más denuncias.
De estos estados, sobresale en primer lugar el Estado de México con el 34% de las denuncias de robos, seguido de Puebla con el 17.65% y Tlaxcala con el 10%.
Estas cifras nos permiten visualizar la alta incidencia delictiva que existe en esta zona hacia los transportistas, motivada por el alto flujo comercial e industrial. Sin embargo, no podemos permitir que la delincuencia se apodere de la tranquilidad y seguridad de quienes tienen la necesidad de transitar por estas vialidades.
En este sentido, es importante que las autoridades emprendan acciones coordinadas para contrarrestar estos delitos que no sólo ponen en riesgo las pertenencias de los automovilistas, sino sobre todo su integridad.
La primera de ellas, sin lugar a dudas, debe ser el aumentar la presencia policial a lo largo de la autopista con patrullajes regulares, muy en especial en la zona de asaltos recurrentes e incluso implementar estrategias de vigilancia electrónica, como cámaras de alta definición y sistemas de monitoreo avanzado.
Asimismo, se debe establecer una colaboración efectiva entre las fuerzas de seguridad municipales, estatales y federales para una respuesta más rápida y coordinada, al tiempo de compartir información y recursos para identificar patrones delictivos y actuar de manera preventiva.
Se debe apostar a desarrollar aplicaciones móviles de seguridad para que los automovilistas y transportistas puedan reportar incidentes de manera rápida y eficiente. A través de esta misma infraestructura se puede proporcionar información sobre rutas seguras y zonas de mayor riesgo, fomentando la colaboración entre la comunidad y las autoridades.
Tampoco se debe desestimar la labor legislativa, ya que se deben establecer sanciones más severas para este tipo de delitos, con el objetivo de disuadir a los posibles criminales, al tiempo de agilizar los procesos judiciales para asegurar que los responsables enfrenten consecuencias de manera pronta y efectiva.
Lo más importante es actuar lo más pronto posible para poner un freno a la delincuencia y no permitir que esta siga ganando terreno, ya que estoy convencido que somos más los buenos y quienes estamos trabajando honradamente para sacar al país adelante.
Tengo la confianza que las autoridades no echarán en saco roto todos los testimonios que día a día se acumulan y que los propios automovilistas también actuarán denunciando formalmente estos hechos. No dejemos que avance la delincuencia, pero tampoco la impunidad.