ETIQUETA CON DESTINO
Y alguien me pregunto:
¿Y no el anuncio de López Obrador de pausar las relaciones con España es “una cortina de humo” para que dejen de hablar de la vida de lujos de su hijo José Ramón y su nuera Carolyn Adams?
¿No será para “taparle el ojo al macho” porque sin trabajar el junior de los López Beltrán vive como millonario en Houston?
¿Se trata de “un distractor” para no exhibirlo como hombre que tiene un discurso de austeridad, anticorrupción y por otro lado sus familiares están metidos hasta el cuello en actos ilegales que no han sido aclarados?
Pero ahora el hijo José Ramón y su nuera lo han metido en un conflicto de interés que no sabe cómo sacudírselo, como hacerlo a un lado, porque lo exhibe en su totalidad.
¿Y porque el conflicto de interés?
Carolyn Adams llegó a México para trabajar como cabildera de la empresa petrolera Cava Energy, una empresa que es parte de un fondo financiero especializado en construcción de gasoductos que es proveedora de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La compañía, parte de Stella Holdings, tiene sus oficinas mexicanas en Nuevo León, a donde Adams llegó a vivir en 2016, antes de mudarse a la Ciudad de México dos años después.
Antes, la joven British Petroleum, mientras residía en la opulenta ciudad de Dubai en los Emiratos Árabes Unidos. Su papel en la compañía y en la industria se volvió relevante.
Luego de toda esta información ayer, tanto el hijo José Ramón, como la nuera Carolyn Adams y el mismo Presidente salen por fin de defenderse después de más 15 días de meditar o responder a los reportajes publicados.
Y es que el hijo del titular del Ejecutivo aseguró que desde el 2019 volvió como abogado y actualmente trabaja como asesor legal de desarrollo y construcción de la empresa KEI Partners, gracias a la cual obtuvo su visa de trabajo TN para poder residir en Estados Unidos.
Por su parte el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la empresa en la que trabaja su hijo, José Ramón López Beltrán, pertenece a los hijos de Daniel Chávez Morán, quien actualmente es supervisor honorífico en el megaproyecto del Tren Maya.
De acuerdo al sitio web oficial de la empresa, Karla Wiedemann, Érika Chávez e Iván Chávez son los socios de dicha empresa. Erika e Iván son hijos del empresario Daniel Chávez, quien es dueño de Grupo Vidanta y es un personaje cercano a Andrés Manuel.
Lo cierto que cada hora que pasa sale más información y se demuestra que el junior López Beltrán, no tiene licencia para ejercer como abogado en los Estados Unidos, así como tampoco hay un registro de sus aportaciones fiscales en ese país a pesar de que asegura está laborando desde 2018.
Siguen los errores y las contradicciones de la familia presidencial.
Sin embargo, todo este escándalo ha sido la punta de lanza que ocupa el López Obrador, desde el pulpito presidencial en Palacio Nacional, en sus mañaneras para atacar, agredir, insultar, acusar y exhibir a los periodistas que son incomodos para él como Carlos Loret de Mola y Carmen Aristegui, entre otros.
Pero además el presidente ha incitado a la violencia, a vilipendiar la labor de los periodistas en México y esa serie de señalamiento han incrementado las agresiones y los asesinatos contra periodistas en México, en una escalada realmente alarmante.
Nunca en años anteriores había empezado un año tan violento contra los representantes de los medios de comunicación en donde en menos de un mes, después del 15 de enero han sido asesinados 5 periodistas.
A finales de enero periodistas de todo el país organizaron una manifestación para pedir justicia por José Luis Gamboa, Margarito Martínez, Lourdes Maldonado; y la semana pasada se realizó otra por los crímenes contra Roberto Toledo y Heber López.
La violencia verbal y la violencia física deben ser frenadas porque esta confrontación del poder contra quienes no piensan igual sólo sigue generando odios, rencores, división y que México se incendie poco a poco, lo anterior aunado a la ola de homicidios dolosos que todos los días hay en el territorio mexicano.
Hoy a toda esa violencia verbal se unen los Senadores de Morena, acusando a quienes no están con López Obrador de “traidores a la patria y mercenarios”, cuando ellos se deben a la sociedad y no a su paladín.
Lo anterior además de que el mismo Presidente hoy pide se viole la Constitución, cuando él ya lo hizo, para dar a conocer los ingresos de particulares, como es el caso de Loret de Mola.
Y diría el clásico: ¿A dónde vamos a parar?
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