Así lo dijo Yair Maldonado en los conversatorios “Masculinidades responsables” organizados por la Dirección de Acompañamiento Universitario-BUAP
Hay que cuestionar la división sexual del trabajo, al igual que las instituciones y los comportamientos personales que la perpetúan, como primer paso para que los hombres podamos involucrarnos de manera responsable, activa e integral a una nueva masculinidad, así lo comentó Yair Maldonado Lezama, investigador, activista, coordinador de Posicionamiento Público de Gendes, AC.
Esto en su participación en los conversatorios virtuales que organiza el DAU de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla con el tema “Masculinidades responsables. La paternidad responsable como medio para lograr la igualdad de género”, dentro de la serie “Hombres en sana convivencia”, en mesa moderada por Juan Carlos Pinacho Cruz, titular de la Dirección de Acompañamiento Universitario (DAU).
“Existen los roles sexuales o roles de género, es decir que a partir del cuerpo con el que llega uno a este planeta son las expectativas sociales que se tienen de nosotros”. Y el espacio doméstico y privado va a ser mayoritariamente de las mujeres y el espacio público, de toma de decisiones políticas, va a ser de los hombres, así se va originando esa división sexual del trabajo, resumió.
“Es lo que nosotros como humanidad no hemos impuesto como roles sexuales de trabajo”, comenta y agrega: “en ese sentido nosotros como hombres no nos vemos apropiándonos del espacio privado o doméstico, donde ocurre la gran mayoría de la crianza de los niños y las niñas”, pues hemos aceptado que la sociedad nos imponga estos roles sin cuestionarlos de ningún modo.
Esto es un esquema: “lo que corresponde a la paternidad es la manutención; y lo que corresponde a la maternidad, es todo el trabajo doméstico no remunerado y todo lo que no se ve como los cuidados emocionales, sicológicos, el acompañamiento educativo, etc”.
Por lo que sentenció que es necesario romper con estos esquemas: “para que nosotros podamos involucrarnos de manera responsable, activa e integral tenemos que cuestionar todo lo que deviene de esta división sexual del trabajo y todos estos mandatos que hemos aceptado sin miramientos”
“Por lo que debemos cuestionar –finalizó- tanto las instituciones que perpetúan esta división de trabajo como los comportamientos personales que no contribuyen a romper con este esquema”.