ABANDONADOS
La incertidumbre se apoderó de Tania, no sabía que haría, la imposibilidad de salir de su casa, de buscar una nueva oportunidad de empleo, esperando que sus padres en esos meses no se enfermen.
–Es un llamado nacional a la solidaridad…– escuchó en la televisión.
Levantarse y ver a la puerta, lavarse las manos para sentirse viva, volver a una lectura que había dejado años atrás, suspirar y abrazar el libro y dormir llorando.
-Nunca nadie nos preparó para algo así, el gobierno siempre nos ha engañado, los grupos en el poder ¿Cómo creer ahora?… algunos hablan de un nuevo orden, cuando yo veo que el usurero, ha modificado su forma de cobro, el acaparador sólo espera el momento para poder sacar la mercancía que desde hace semanas atesora- piensa por la tarde, revisa sus bolsillos y nada hay más que un billete, dos monedas… y mira con recelo un título universitario que le pesa como una piedra en la espalda.
Ella, se mira muy vulnerable, ni su trabajo era estable, ni la moneda tampoco, menos aún las redes de comercio, ni el sistema de salud, ni nada, todo estaba con alfileres, lo único era la perspectiva de sueños políticos, ajenos a ella y que solo mira por las redes sociales -el Paco, sin la prepa terminada es jefe de un departamento y se ha quedado con muchas despensas me dijo Sofía; Juana, se casó con el jefe de ayudantes del ministro y hasta me dejó de hablar…- ¿cuánto vale la honestidad en tiempos de una pandemia?
-Sin duda que se debe replantear, desde nosotros mismos el valor de la vida y el vivir en sociedad, sin duda que el tiempo de magos… está lejano al hambre que nos da en las tardes, y el anhelo de cambio…- Tania, toma sus llaves, se pone sus guantes y su cobre bocas… la pandemia pasó pero el miedo a la soledad quedó para siempre…
Estrategia de poder: vivir el tiempo que dure el poder formal, no hay otro camino, nadie les enseño el valor de la innovación.