Puebla, Pue.- El director del Organismo Operador del Servicio de Limpia, Salvador Martínez Rosales dio a conocer que iniciaron la revisión al contrato de concesión con Rellenos Sanitarios (RESA) y que concluye en 2020, con el objetivo de que verificar su cumplimiento y evaluar si es necesario seguir con esta prestación del servicio en la capital poblana.
Dijo que la evaluación del servicio de confinamiento de desechos sólidos en el relleno de Chiltepeque es de los más importantes, por ello, el resultado de este llevará el tiempo que sea necesario.
Comentó que el análisis verificará si el costo del contrato es factible para las arcas municipales, si ha cumplido con el estudio de impacto ambiental de la concesionaria y si ha hecho las obras de ampliación que se contemplan dentro el acuerdo.
Informó que se buscará a los propietarios de la empresa para hacer perfectible el servicio que se brinda a los ciudadanos, para lograrlo, ha solicitado a RESA permita realizar una inspección para verificar el funcionamiento del confinamiento de las más de mil 700 toneladas diarias de basura que se trasladan a este lugar.
“Ya hemos pedido realizar una inspección ocular en el relleno para verificar las condiciones en las que se recibe el espacio y si es necesario hacer modificaciones al trabajo que realizan”.
El funcionario municipal precisó que la evaluación a la concesión incluirá las condiciones del contrato, el costo de este servicio y que el resolutivo del impacto ambiental del relleno se encuentre legal y funcionando adecuadamente.
Martínez Rosales precisó que la continuidad de la concesión dependerá de la revisión a las tarifas, del diagnóstico que se realice al servicio y si ha cumplido con las obras de ampliación de celdas para alargar la vida de este espacio como lo establece el contrato.
Cabe destacar, que RESA ha recibido sanciones económicas por retrasos en los trabajos para ampliar la vida útil del relleno por 15 años más.
El 31 de diciembre de 2017 debió de terminar de ampliar la celda C del lugar, que serviría para contar con un espacio adicional para el confinamiento de los desechos.
También, la concesionaria se había comprometido a embovedar la barranca El Aguaje para evitar que contaminantes producidos por lixiviados fueran a parar en este lugar, para lo cual se tenía una inversión de 50 millones de pesos para realizar.