Los memes, criticas, manifestaciones, alegrías, llantos, enojos, sinsabores estuvieron presentes desde el primer minuto del inicio del Gobierno de la Cuarta Transformación
Ciudad de México.- Hasta el cielo prometido donde siempre brilla el Sol, así fue la mañana de Andrés Manuel López Obrador tras desayunar su típica rebanada de papaya y dos huevos estrellados, una tacita de té de manzanilla para calmar los nervios para no desafiar al organismo.
Como un día común, eligió el traje, corbata y zapatos, nada ponderoso. Entre el “sí se pudo” y los buenos deseos partió hacia donde sería la Ceremonia de transmisión del Poder Presidencial; “el Pueblo, su pueblo” no lo dejo solo ni un momento, la gente se amontonó para saludarlo y otros más para extenderle su confianza, con un lenguaje común: “tú no nos falles, cabrón…” “
Los carriles de la avenida en donde había un dispositivo de tránsito fue poco para la seguridad que extendió la gente, quienes no perdían detalle para blindar “el carrito blanco” donde se trasladaba “El Presidente más Popular”.
En el Palacio Legislativo de San Lázaro llegaban invitados de talla nacional e internacional, prensa y corajudos que esperaban su oportunidad para gritar consignas contra quien fuera.
La silla vacía fue del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro quien decidió a último minuto no asistir a la Toma de Protesta tras el rumor que “los mexicanos repudiaban su presencia” y lo esperaban con frutas y verduras para tomarlo de blanco. Quien no se salvo fue el ex presidente Enrique Peña Nieto pues, la ola de insultos folklóricos no se hicieron esperar desde “asesino ratero hasta culero(…)”.
Y cual se abriera un telón, salió López Obrador de su “carro blanco” saludando y buscando siempre la mano de su esposa Beatriz Gutiérrez Muller, esos “dos huevitos estrellados” harían lo propio. Frente a todos sin distinción partidista ni clase social advirtió que en su gobierno, no habrá espacio para la corrupción por el contrario la honestidad será la norma de vida y de gobierno, por encima de cualquier retórica.
Después de recibir de manos del presidente de la Mesa Directiva, diputado Porfirio Muñoz Ledo, la banda presidencial, a su vez entregada por el presidente saliente Enrique Peña Nieto, el tabasqueño alzó su brazo derecho y pronunció: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande’”.
Y le hizo digestión la rebanada de papaya, pues le ayudo a soltar fácilmente las palabras: “No me prestaré al circo o la simulación, mantendré mi política de combate a la corrupción, empezando por los de mero arriba, tanto del sector privado como público, aunque de ninguna manera entraré en el camino de división entre los mexicanos, y tampoco buscará chivos expiatorios”.
Agregó: “No busco desquites o venganzas, pero es importante la aplicación de la justicia, porque se deben evitar los delitos del porvenir. No habrá persecución a las autoridades del pasado, pero las instancias correspondientes deberán desahogar en plena libertad los asuntos pendientes”.
Y cual los efectos de la nieve en el verano; Peña Nieto tomaba papel y pluma para anotar cada punto a favor de López Obrador al tocar el tema de los 43 estudiantes desparecidos de Ayotzinapa, Guerrero: “La integración de una Comisión de la Verdad, tendrán la responsabilidad de identificar a los responsables de esos delitos y sancionarlos conforme a la ley”
Advirtió: “Será eliminado el fuero de funcionarios públicos, empezando por mí. No seré facilitador para el saqueo como ha venido sucediendo, la corrupción será limpiada de arriba para abajo. Prometo no robar, ni permitiré a nadie hacerlo, incluyendo a mis familiares, y “que nadie se aproveche del cargo” incluyendo al propio presidente de la República”.
El tecito de manzanilla le dio las propiedades para seguir con un discurso elocuente, pues ante la presencia de 500 diputados y 126 senadores, presidentes, jefes de Estado e invitados especiales, aseguró que en dos años y medio habrá consulta popular para decidir si el presidente de la República sigue en funciones o se retira.
Las promesas continuaron: las gasolinas y todos los combustibles bajarán de precio en cuanto este habilitada la refinería –en 3 años aprox.-, no aumentará la deuda pública, cero emigración y generación de empleos; construcción de 2 pistas en el aeropuerto de Santa Lucía.
Las voces en el Palacio Legislativo, en San Lázaro se alzaron:
El Senador Raúl Bolaños Cacho Cué, del Partido Verde Ecologista de México, habló de la importancia de que cada mexicana y mexicano sean escuchados porque de esa manera se avanzará en la construcción en favor de México
El senador Miguel Angel Mancera Espinosa, coordinador del Partido de la Revolución Democrática, insistió en la importancia de incrementar el salario mínimo.
La Senadora Geovanna del Carmen Bañuelos de la Torre, del Partido del Trabajo, pidió acabar con la corrupción “no nos equivoquemos, vamos a acabar con la impunidad”.
El Diputado Fernando Luis Manzanilla Prieto, del Partido Encuentro Social, describió tres ejes: estado de derecho, seguridad y justicia.
El Senador Demetrio Castañeda Hoeflich, del Movimiento Ciudadano, enfatizó lo lastimada que esta la Nación por el régimen que les falló, es momento de retomar el camino del bien común.
Mientras tanto, el Diputado René Juárez Cisneros, del Partido Revolucionario Institucional, destacó el inicio de un gran reto. Saludando al nuevo gobierno, pero advirtió que “nunca estarán de rodillas” ante el ejercicio del poder.
El Senador Mauricio González Kuri, del Partido Acción Nacional, destacó que la ciudadanía vota para el avance no para el retroceso “debemos construir una nueva sociedad sin atropellamiento” y antes que nada debemos velar por la seguridad de los mexicanos, “no somos detractores del cambio sino de una reforma con sensatez”
Agregó rechazamos apoyos por votos, pugnamos por el cambio que realmente beneficie a la sociedad privilegiando la política de la concordia. “La omnipresencia del Estado” no es la solución y el mayor ejemplo es Venezuela, “desde aquí refrendamos nuestra solidaridad con el pueblo venezolano” diciéndoles que la soberanía regresará.
Finalmente, respondió: “Hoy es la muerte de un gobierno corrupto, asistiendo a la realidad de un gobierno del pueblo y para el pueblo. En una democracia no hay ganadores ni perdedores definitivos, porque la realidad para enfrentar los retos nacionales las aplicaremos de la mano con la ciudadanía”.
Mientras en las afueras del recinto, alrededor de 5 mil integrantes de la sección 22 marchaban del Ángel de la Independencia al Zócalo para recalcar su posición a la Reforma Educativa con pancartas en manos “Danos comida, No Balas”, luego de que fueron retirados del Congreso de la Unión.
En otra zona, el ambiente de fiesta se vivía en el AMLOFEST donde podías disfrutar de la música, garnachas y suvenires; los ambulantes aprovecharon el día, los simpatizantes del Tabasqueño disfrutaban cada segundo pese a los cambios drásticos del clima; y el contagio de carcajadas hasta llegar llanto, fue al escuchar en voz de su “Cabecita Blanca” -como lo llaman de cariño-, la frase: “Me Canso, Ganso” versión AMLO.
Tras varias horas, el desayuno hizo digestión, acudiendo al Palacio Nacional donde los invitados a la Toma de Protesta de López Obrador degustaron de un menú de platillos mexicanos.
De entrada, se sirvió calabacitas criollas en cama de pipián –que incitaba a chuparse los dedos-; con una calientita crema de Huitlacoche.
Para aquellos que no sufren de Colón Irritado, como Nicolás Maduro se eligió Costilla en Salsa de Axiote con esquites y molote de plátano.
Para el postre, el Rey Felipe VI de España pudo elegir entre dulce de zapote negro con nieve de mandarina o dulce de calabaza de castilla con crema montada de vainilla y garapiñados.
Para una buena comida, buena música a cargo de Camerata Instrumental de México, luciéndose con: Huapango: México en la piel y Sobre las olas, entre otras piezas.
El más aburrido de la recepción, fue el diputado federal de Morena Cipriano Charrez Pedroza, al saber que no se ofrecerían bebidas alcohólicas.
La recepción formó parte de los actos protocolarios de la toma de protesta del presidente López Obrador. Cerrando con broche de Oro, con un mensaje dirigido al Pueblo desde el zócalo capitalino.