Huitzilan de Serdán, Puebla. “A Manuel no lo voy a olvidar. Yo siempre lo voy a recordar. Él me apoyó, me entendía cuando le hablaba en náhuatl, por eso pido justicia para él. Quiero que atrapen a los que lo asesinaron. Que los castiguen”, dijo Guadalupe Tirado Arroyo, habitante de la Cuarta Sección de la cabecera municipal.
Luego de la misa que organizó el Movimiento Antorchista y los familiares, Guadalupe Tirado, de 76 años, y quien sólo habla náhuatl, dijo que llevó para Manuel veladoras y flores en recuerdo de que se cumplen siete meses de que fue privado de la vida por las balas asesinas del cacicazgo de la región, junto a su escolta Juventino Torres Melquiades.
En entrevista, recordó que el también ex alcalde de Huitzilan era un buen amigo que apreciaba a su pueblo y atendía las necesidades de las familias humildes y que llevó a Huitzilan desarrollo y avance, a diferencia de lo que hizo la UCI en la década de los 70, donde se vivía un clima de violencia, asesinatos y miedo.
Doña Lupita, como la conocen, dio a conocer que fue testigo del asesinato de Pablo González Lira hace más de 36 años a manos de los pistoleros de la UCI, quienes no sintieron lástima por cometer su crimen, así como lo hicieron con muchos huitziltecos.
Sin embargo, a la llegada del Movimiento Antorchista la situación en Huitzilan cambió, pues llegó para los habitantes la tranquilidad que tanto buscaban. Por ello, explicó, se mantiene como antorchista desde hace 34 años.
“Ahora estamos bien. Hoy estamos con tranquilidad, pero lo que le hicieron a nuestro compañero, eso es lo que duele mucho. Yo les digo que vayan a las marchas para exigir justicia, yo les digo que voy a ir. No piensen que me voy a quedar, voy a ir a luchar cuando me digan que vaya. Voy a ir”, finalizó.