Puebla, Pue.- La sociedad de hoy reconoce las bondades de las aplicaciones pacíficas de la energía nuclear. A pesar de que aún es un tema controvertido, México la concibe como una herramienta para el desarrollo económico, científico y tecnológico. Con el objetivo de incrementar este potencial, la BUAP y el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) –uno de los tres del país del sector energía- renovaron su convenio marco de colaboración.
“La BUAP cuenta con investigadores y cuerpos académicos consolidados de sobresaliente trayectoria. Este convenio dará paso a acuerdos específicos que se reflejarán en publicaciones, participaciones en redes de investigación, intercambios académicos y, sobre todo, en avances científicos y tecnológicos. Será un invaluable instrumento para favorecer la formación de profesionistas comprometidos con el desarrollo actual y futuro de México”, señaló el Rector Alfonso Esparza Ortiz, tras signar este acuerdo marco.
Durante la ceremonia protocolaria, en el Aula Virtual del Complejo Cultural Universitario, el Rector Esparza consideró que de esta forma se abre un amplio abanico de posibilidades para la cooperación en programas y proyectos específicos de investigación, la formación de capital humano altamente capacitado y el intercambio técnico-científico entre ambas instituciones. Además –precisó- el convenio incrementará los apoyos para que estudiantes de la BUAP realicen servicio social, práctica profesional o estancias académicas.
“Lo anterior es sumamente relevante, pues universitarios de diversas áreas del conocimiento podrán utilizar técnicas y equipos nucleares que sólo se encuentran disponibles en el ININ”, agregó Esparza Ortiz, quien enlistó los temas que se abordarán: ciencias nucleares y radiológicas, tecnologías de reactores, materiales, seguridad, radiología y física, gestión de desechos radiactivos, ecología, protección al medio ambiente, aceleradores de partículas, instrumentación y electrónica, computación y matemáticas aplicadas, así como la utilización de radiaciones en los sectores industrial, agropecuario, químico, radioquímico, radiobiológico, genético y de salud.
En su intervención, Lydia Paredes Gutiérrez, directora General del ININ, comentó que reactivar el intercambio entre ambas instituciones permitirá compartir retos de investigación de frontera y coadyuvar en la formación de recursos humanos de calidad que hoy el país demanda, en disciplinas como medicina, física, química, materiales, electrónica, agroeconomía y alimentos, utilizando energías nucleares.
“El uso de técnicas nucleares ya no es materia de estudio de las naciones desarrolladas, ya que países emergentes ponen a disposición los avances del área para combatir enfermedades, mejorar la fertilidad de suelos, evitar la degradación del ambiente y mejorar la calidad de vida”, opinó la invitada.
El ININ fue creado para realizar investigación y desarrollo tecnológico en el campo de la ciencia y tecnología nucleares y temas afines, así como promover los usos pacíficos de la energía nuclear y difundir los avances para vincularlos al desarrollo económico, social, científico y tecnológico de México.
A lo largo de sus 60 años de existencia, han desarrollado investigaciones orientadas a las áreas de energía, salud, ambiente, industria, agroalimentación, tecnología nuclear, tecnologías de radiación, protección radiológica en el área médica e industrial, conservación del patrimonio cultural y ciencias de materiales.