- Se entona algún canto.
Ven, Ven Señor, no tardes
Ven, ven que te esperamos
Ven, ven Señor, no tardes
Ven, pronto Señor.
El mundo muere de frío,
el alma perdió el calor;
los hombres no son hermanos
el mundo no tiene amor.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.
Todos:
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén.
- Liturgia de la Palabra.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 13,33: “Estén preparados y vigilando, ya que nos saben cuál será el momento”. Palabra del Señor.
Breve pausa para meditar.
Reflexión.
Guía: Vigilar significa estar atentos, salir al encuentro del Señor, que quiere entrar, este año más que el pasado, en nuestra existencia, para darle sentido total y salvarnos.
- Encendido de la Vela. Oración.
Guía: Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primera semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!
Guía: Unidos en una sola voz digamos:
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
- Conclusión.
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvos. Amén.